Pero debido a nuestra ignorancia en lo relativo al mercado de la cerveza, no sabíamos en absoluto que desembocaríamos en una «revolución de las cervezas artesanales ». Conscientemente hemos desarrollado nuestro proyecto lentamente. Todas las decisiones fueron tomadas de forma conjunta por el cabildo conventual. Hemos buscado consejo en muchas fuentes: en los fabricantes de cerveza locales de nuestra región; en las nuevas fábricas de cerveza monásticas de Norcia y de Saint-Wandrille; y por supuesto en las fábricas de cervezas trapenses bien establecidas. Desde el comienzo hemos recibido mucho apoyo por parte de la AIT, una fuente maravillosa de conocimiento y de experiencia privilegiada, que nos ha conducido hacia sus criterios elevados. En primer lugar, se nos ha aconsejado no producir una imitación de una cerveza belga, pero sobre todo decantarnos por un estilo local. La cerveza es un producto floreciente en nuestra región: Burton-on Trent sólo se encuentra a algo menos de media hora de nuestro Monasterio. Entonces hemos intentado producir una cerveza fuerte de 7,4°, arraigada en la tradición de la elaboración de cerveza artesanal británica, aunque también teniendo en cuenta las cervezas Trapenses tradicionales. Nos hemos dado prisa para presentarla al público a finales de junio de 2018.
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